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Módulo 2: Interculturalidad
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Hacia el encuentro con lo diverso

Migraciones en el femenino

“Un día me decidí: hice las colas, hice el pasaporte, agarré el avión... y supe que iba a fundar mi propio país, mi propio lugar... y para allá me fui.”

Jacinta, 43 años, nacida en Guayaquil, residente en Barcelona

Esta citación es una entre muchas otras que fueran recogidas en una exposición sobre la inmigración femenina en Cataluña, donde el principal deseo de las mujeres de origen inmigrante era ser vistas y representadas en la diversidad, más allá de las representaciones victimizadoras, negadoras de sus propias vidas y de sus propias historias y genealogías de fuerza y libertad(4). A pesar de ser tan antigua y numéricamente significativa como la inmigración masculina, la inmigración femenina ha sido bastante invisibilizada y la imagen de la inmigración continúa siendo masculinizada. Al contrario de lo que predomina en el imaginario colectivo sobre las mujeres inmigrantes, que traza el perfil de la mujer inmigrante como llegando por reagrupamiento familiar para acompañar al esposo, el 66% de las mujeres con permiso de trabajo en vigor son solteras y han hecho un proceso migratorio independiente de un hombre.

Algunos de los motivos apuntados que contribuyen a la invisibilización de las mujeres en los fenómenos migratorios son: 
  • Atribución que se hace a las migraciones a la motivación económica, subestimando la actividad económica de la mujer.

  • Descuido general de la investigación sobre migración y mujeres.

  • La mayoría de investigaciones sobre migraciones están hechas por hombres y existe una inadecuación de datos existentes sobre migraciones de mujeres.
Sin embargo, como ya fue referido anteriormente, el porcentaje de mujeres inmigrantes es bastante elevado. Se estima que a nivel mundial el 49,4% de la población inmigrante son mujeres, en Europa son el 53,4%, en España el 46% y en Cataluña el 44%, aunque esta proporción puede variar según el origen. Así, en el caso de la población de origen iberoamericana, el porcentaje de mujeres inmigrantes aumenta, pasando a 56,7% a nivel nacional. Estos porcentajes pueden, en realidad, ser más elevados, toda vez que no incluyen las mujeres en situación ilegal.

Hay diversos factores que son determinantes en las migraciones femeninas y que intervienen en las diferentes etapas del proceso migratorio, siendo algunos de ellos comunes con los de los hombres que migran.

En la etapa pre-migratoria, relacionada con la decisión de migrar, intervienen factores macro como la situación económica y las características estructurales del país de origen y factores micro o individuales, como sean las relaciones jerárquicas de género en el contexto familiar y el estatuto y roles de la mujer en la sociedad y en su familia de origen. También las posibilidades de tránsito a través de las fronteras nacionales, la política migratoria en el país de origen y en el país receptor, las organizaciones intermediarias y las convenciones internacionales son factores que intervienen en esta etapa.

En la etapa post migratoria se encuentra el impacto de la situación de entrada en la capacidad de integrarse y asentarse, los patrones de incorporación en el mercado laboral y el impacto de la migración en el estatuto de mujeres y hombres.

En cuanto a los motivos que llevan las mujeres a migrar, se encuentran algunos específicos de éstas y otros similares a los de los hombres pero que tienen diferentes interpretaciones. En los motivos específicos de las mujeres se encuentran: 
  • Movimientos típicamente femeninos como sea la patrilocalidad, o sea, determinadas convenciones culturales que suponen que la mujer casada se tenga que desplazar al lugar de residencia del marido, abandonando su sitio de origen y sus redes sociales.

  • Migración económica a partir de asignación social de tareas diferentes por razón de sexo: En este ítem se encuentra la creciente demanda de mujeres para que asuman tareas de cuidado en los países denominados desarrollados.

  • Refugiadas por motivos de género. Muchas mujeres migran buscando salir de situaciones de persecución por motivo de su sexo (abuso sexual, violencia doméstica, etc.).
En los motivos que comparten con los hombres se encuentran las condiciones familiares y personales y las dificultades para acceder al mercado de trabajo (condiciones precarias) en el país de origen: 
  • Razones económicas semejantes a las de los hombres.

  • Reagrupamiento familiar.

  • Proyecto personal.
A pesar de la profunda diversidad que existe entre las mujeres inmigrantes, existen algunos trazos comunes entre ellas y uno de estos es la dificultad que tienen para incorporarse al mundo laboral.

La dificultad para encontrar trabajo no depende solamente de la nacionalidad sino de una serie de factores como la posición social y económica de origen, el tiempo de estancia en el país de acogida, la situación familiar, la edad, la experiencia laboral en su lugar de origen y, sobretodo, las relaciones de género de cada colectivo, como vimos en el módulo 1. Es decir, la inserción laboral se ve condicionada por una serie de factores específicos de cada mujer, por factores relacionados con las empresas que la contratan y por el marco legal (ley de extranjería, permiso de residencia y de trabajo). Aún así, una gran mayoría se incorpora al mercado de trabajo; se estima que las mujeres representan el 33% de las altas laborales de personas extranjeras y que este porcentaje viene creciendo en los últimos años, pero lo hacen en general en empleos considerados marginales (sin contrato, a tiempo parcial, con salarios inferiores a los interprofesionales, inseguros y precarios). Muchas mujeres entran por la puerta de atrás en el servicio doméstico y en la atención a personas, por la puerta de la invisibilidad.

No todas las mujeres están en iguales condiciones para acceder al mercado de trabajo, pero todas están sujetas a peores condiciones de trabajo y sufren doble discriminación, una discriminación de género igual que las autóctonas y además, la discriminación por ser extranjeras.

Consideramos importante dar una visión más específica del colectivo de mujeres inmigrantes, pues además de permitir conocer mejor el fenómeno migratorio, permite conocer mejor las familias de los y las adolescentes que llegan al sistema educativo de Cataluña.

4.En Viatjant Vides, Creant Mons, L’experiencia i l’obra de la Migració femenina a Catalunya, ISBN 84-934169-7-5, 2006