De requerir el apoyo a ofrecerlo a otras mujeres: el recorrido de una superviviente de tráfico de personas que participa al proyecto SISA
J. es mentora del programa de acompañamiento entre iguales para la inserción, dentro del proyecto europeo SISA. Es superviviente de tráfico de personas y una mujer fuerte, responsable, con curiosidad y ganas de trabajar en el tercer sector. Cuando llegó a SURT, la necesidad de seguir trabajando en sí misma y en su inserción laboral fueron sus principales objetivos. Con el tiempo, fue adquiriendo y reconociendo en sí misma herramientas, competencias y conocimientos que han sido claves para su proceso de recuperación y autonomía.
Desde que J. dejó SURT, su motivación e interés para ayudar otras mujeres en situaciones similares a las cuales ella tuvo que afrontar, la llevó a estudiar mediación cultural y a seguir vinculada a esta entidad en diferentes proyectos de mentoria. El último, SISA. Ya hace más de 3 meses que J. acompaña a mujeres supervivientes de tráfico de personas en sus procesos de autonomía e inserción, haciendo equipo con las profesionales sociales.
Al inicio, las primeras conversaciones no fueron tan fluidas y fáciles como le habrían gustado. Poco a poco, la comodidad y conexión entre ellas ha ido creciendo. De la mano de las profesionales del servicio, J. ha apoyado a otras mujeres a la hora de definir sus planes vitales, estableciendo objetivos y pasos para conseguirlos. También ha hecho acompañamientos a servicios externos del territorio, facilitando así que las mujeres conozcan la ciudad y los servicios que ofrece. Además, ha participado en sesiones grupals de arte terapia con la psicóloga del servicio.
J. no sabe describir qué siente al ser mentora, pero afirma estar feliz y emocionada cuando piensa en todo lo que ha avanzado en su proceso. Y expresa orgullo de poder compartir lo que ha aprendido con otras mujeres que tienen que hacer su camino de recuperación de autonomía, después de sufrir la vulneración de derechos extrema que supone el tráfico de personas.
Si bien es cierto que le hubiera gustado tener más tiempo para conocer a las mujeres de forma más constante, J. se emociona al reflexionar en los avances que podrán ir consiguiendo y conecta con las dificultades, gestiones y trámites que cada mujer tendrá que afrontar para conseguir sus objetivos.
Las técnicas del programa afirman que los conocimientos y competencias de las mentoras son «de enorme valor» para acompañar a otras mujeres «horizontalmente». «Cuando se les ofrecen herramientas prácticas y apoyo específico para entender su rol y los límites que tienen que respetar para cuidarse y cuidar al resto, las mentoras pueden jugar un significativo papel en los procesos de inserción social y laboral otras mujeres, el conocimiento de la sociedad de acogida, sus recursos y derechos», explican después de observar como se han desarrollado los últimos tres meses del proyecto SISA.