Fotografía, performance, palabras: Supervivientes de violencia machista revisan y comparten sus experiencias a través del arte
Un grupo de mujeres acompañadas por Surt participan en el proyecto Trama, un laboratorio de aprendizaje comunitario a través del arte. Se encuentran en fases avanzadas de recuperación de situaciones de violencia machista y, ahora, comparten experiencias y las muestran. En colaboración con el centro de arte Santa Mònica, el espacio está dinamizado por la artista y psicóloga Diana Rangel, que facilita explorar a través del arte aquello que las atraviesa, como por ejemplo la migración y la violencia machista.
Además de las actividades artísticas, el grupo de Trama emite un podcast en que las participantes explican aquello que exploran a través de las manos y el cuerpo. Esta semana, dentro de los «Jueves de radio» del centro de arte, emitirá un capítulo centrado en «conversaciones que surgen entre tejidos; temas recurrentes cuando estamos concentradas a bordar en conjunto, cuando nuestras manos están ocupadas», explica Rangel.
El grupo Trama se reúne semanalmente y revisa y expresa vivencias a través de vídeos, fotografías, escritura y otros lenguajes. Más recientemente, explora el arte del tejido, a partir de conocer la metodología otras artistas y también enseñándose entre ellas. «Trama es un laboratorio de aprendizaje comunitario diseñado para proponer vías lúdicas y transversales para reflexionar de manera crítica sobre los problemas que están en juego a nivel local», explica Rangel.
Entre las actividades artísticas, las participantes han creado una exposición fotográfica titulada «Yo me veo como tú me ves, tú me ves como me quiero ver», que será expuesta durante el 2023. La serie de fotografías parte de explorar la herida o heridas generadas por violencia machista.
A través de una práctica de fotografía participativa, se realizaron retratos entre ellas, que, explica Rangel, «consistían en asumir posturas generadas de forma grupal, dando la bienvenida al tacto y la decisión de la otra, en un espacio seguro y creativo».
«Así se empezaron a hacer grupos de fotografías que iniciaban con posturas que representaban dolor o memorias pasadas y el mismo grupo las iba transformando en otra cosa, como si el cuerpo pudiera ser una escultura moldeable, que se deja modificar y tocar por otras», detalla.
También han trabajado a través de la performance, inspiradas por la creación de Esther Ferrer «Se hace camino al andar». En el centro de Artes Santa Mònica, el grupo de Trama hizo esta performance explorando temas alrededor del cuerpo, la institución, el espacio público y el privado.
«La toma de decisiones en conjunto abrió la reflexión sobre cómo cuidarnos como grupo de mujeres, como manifestar el malestar y tener en cuenta los deseos de la otra», explica Rangel. «Al acabar, observamos el camino recorrido, abriendo el debate sobre la invisibilidad y visibilidad de los pasos de las mujeres, de sus propias historias como mujeres», remarca.
Trama se plantea como un espacio para generar proyectos a largo plazo con entidades del barrio del Raval, del Gótico y de Poble Sec y artistas e investigadoras con la idea que el Artes Santa Mònica no sea sólo un lugar para las exhibiciones y actividades artísticas, sino un espacio que genere reflexión crítica en las dinámicas locales.