«He podido ver cómo el empoderamiento se hace real y efectivo»
Olivia Teerink, estudiante de psicología, se proponía aportar un grano de arena en el trabajo de una entidad feminista. Así es como, buscando opciones, entra en contacto con Surt. Es una de las voluntarias que colabora con la entidad desde hace unos meses y, hasta ahora, ha dado apoyo en formaciones dirigidas a mujeres migradas . Un espacio de trabajo grupal del cual, más allá del aprendizaje del catalán y de herramientas para desarrollarse en Cataluña, remarca el valor del apoyo mutuo entre mujeres, así como el acompañamiento orientado al empoderamiento.
¿Cómo conociste Surt y por qué te interesas para colaborar como voluntaria?
Encontré Surt por el Twitter y me pareció muy interesante el trabajo por el empoderamiento de las mujeres y contra las violencias machistas. Me fijé en cómo el empoderamiento económico y en cómo también el hecho de ganar conocimientos podía ayudar a las mujeres a salir de situaciones de dependencia y violencia. Y pensé que siendo voluntaria podía aportar algo.
¿En qué momento decides hacer voluntariado?
Estoy acabando el grado de psicología y bien, es un momento en el que piensas, ‘vale, ¿y ahora qué? ¿a qué me quiero dedicar?’. Con el voluntariado aprendes muchas cosas y es una buena opción en un momento así.
¿Buscabas trabajar con mujeres especificament o ha sido más bien una casualidad?
¡Ha sido buscado! Seguía por las redes entidades que trabajáis con ellas y había leído sus planteados y reflexiones. Y ahora con el voluntariado he podido aprender. Me ha aportado una visión de la vida real, desde el día a día de una entidad como Surt. Lo que me gusta más es que la manera de trabajar no es asistencial.
¿Qué es lo que más has apreciado colaborando con las formaciones dirigidas a mujeres migradas?
La mirada es ‘¿qué ayuda podemos dar a las mujeres para que, por sí mismas, se puedan desarrollar?’ Yo he aprendido viendo el proceso. Se escucha hablar mucho del empoderamiento de las mujeres, pero ver como esto se lleva a cabo, y es real y efectivo, es muy interesante. Como se ayudan entre ellas es muy remarcable.
¿Entre las participantes al grupo, quieres decir?
Sí, todas se llevan aprendizajes de las otras, de manera horizontal. Al final no era sólo el que les explicaba la técnica. Esto era una parte. Pero escuchándose y aportándose, las unas a las otras, se va construyendo conocimiento juntas. El compañerismo era muy grande. En el día a día, al ser un grupo de mujeres en situación administrativa irregular, las problemáticas son grandes. Cada vez que una decía que tenía un problema de vivienda o de gestiones, además del apoyo de la técnica, entre ellas se explican y se dan estrategias. La comunidad y el apoyo mutuo es muy bueno.
¿Cuál sientes que ha sido tu aportación en su proceso?
Creo que, como que dentro de la clase había diferentes niveles de conocimiento de la lengua, había momentos en los que algunas necesitaban más apoyo, y se lo he podido ofrecer. Había mujeres que no han ido nunca a la escuela y les pude echar una mano.