Surt se suma a la campaña para reclamar una renta básica «ahora»
Surt es una de las entidades firmantes del manifiesto para incorporar una renta básica universal «ahora», una demanda social que ha ganado peso a raíz de la crisis del coronavirus. «Una asignación monetaria incondicionada es una política social imprescindible y necesaria para garantizar el derecho a la vida material de las personas con dignidad. Así mismo, apostamos por un replanteamiento radical de las políticas de los servicios sociales y socioeducativos», se plantea desde la campaña.
Entre los beneficios que se destacan de introducir una renta básica incondicionada, está el aumento de «confianza en el propio futuro y en la capacidad para transformarlo». «La renta básica universal es una oportunidad de autodeterminación: de poder decidir sobre el propio itinerario de vida, especialmente en relación con el trabajo asalariado («el trabajo libremente escogido»), pero también en otras formas de trabajo no remunerado (como el voluntariado, los trabajos de cuidados, etc.)», recoge el manifiesto.
También, aseguran, posibilita tiempo, espacio mental y confianza vital para participar de forma proactiva en iniciativas colectivas de autoorganización, de cooperación, que fortalecen las redes y los vínculos de las personas con su comunidad y contribuyen a generar cambios en su entorno más cercano.
Introducir una renta básica universal eliminaría la multiplicidad de subsidios condicionados, prestaciones, ayudas y becas, que, denuncian desde la campaña, «se han mostrado insuficientes para resolver las necesidades de la población y que, además, conforman un laberinto burocrático tanto para las personas atendidas como para las profesionales, que acaban ejerciendo una función de control de las personas usuarias». Denuncian que se trata de una política pública que estigmatiza a las personas y dificulta la tarea profesional.
«La renta básica universal transforma de raíz los recursos y los servicios sociales, adelgazando las estructuras administrativas y de gestión y dejando atrás una relación estrictamente basada en las necesidades materiales. Todo ello implica situar en el centro de su acción relaciones más democráticas y basadas en la voluntariedad», reivindica el manifiesto, que ya supera las 600 adhesiones.